sábado, 15 de marzo de 2014

Primer cajón de la estación de primavera

Es un buen momento, como cualquier otro, para darle algo de vida a este blog, que lo tenemos muy aparcado  últimamente. Estamos a mediados de marzo, los días son más largos, la gente se va atreviendo a sentarse en las terrazas y poco a poco las chicas van mostrando sus pantorrillas al sol, anticipando el regreso a los parques y a las bibliotecas de las universidades de los shorts vaqueros, ese imán de miradas lascivas que provoca que giremos rápidamente nuestro cuello al cruzarnos con sus portadoras, y la mayor amenaza para que los tíos podamos concentrarnos y ponernos de una vez a estudiar. El madridismo, que es ganar en primavera, se acerca a la contienda final con el fusil cargado, tanto en fútbol como en baloncesto. En abril y mayo, Sevilla y Córdoba tienen sus ferias, cruces, patios... en Madrid tenemos fútbol europeo. Estamos en año de Mundial y todavía no he decidido con quién voy a ir (en el de baloncesto, en el de fútbol hace tiempo que decidí que animaría a Portugal y a Croacia).


En el calendario de mi pueblo es sábado de transfiguración, pero yo estoy en Madrid. Esta noche me podrán buscar, después del  baloncesto y del fútbol, tarareando un pasodoble y subiendo en zigzag por la Cuesta de Moyano.
Murió Paco de Lucía. A mí, como guitarrista que intenta pegarle a todos los palos (y a todos les pego mal), la noticia me llenó de gran tristeza. 1 - Paco de Lucía, 2 - Jimi Hendrix, 3 - Jimmy Page, esas son mis máximas referencias guitarrísticas, pero Paco el primero, porque él cogió un género, lo llevó a su máxima expresión técnica y lo reinventó por completo, además de porque es tan nuestro como el pan con aceite o las cañas del domingo. Se han dicho y escrito cosas muy bonitas sobre su figura, pero lo que más me ha gustado ha sido esto de Antonio Lucas en El Mundo.
He descubierto algunas cosas nuevas. The Fakeband son una banda de Getxo que canta en inglés y suena como recién sacada del medio oeste americano. Buenísimos. También he estado escuchando en bucle Yo quemé a Gram Parsons, el EP de Víctor Sánchez, guitarrista de Lapido. Un pop rock suave, elegante y sin estridencias, adictivo. La lástima es que como tanto los unos como el otro son tan espantosamente minoritarios se antoja misión imposible conseguir sus CDs en formato físico. Yo, que soy un apasionado usuario de lo analógico, estoy por subcontratar al MI6 para que me encuentre los discos antes de que Spotify me demande por cortocircuitar sus servidores a base de escuchas.


Terminé A Sangre y Fuego, de Manuel Chaves Nogales -"Edu, solo lees a periodistas", me han dicho-, imprescindible. Ahora ando con unos cuentos de Raymond Carver, y mis libros favoritos siguen siendo El Principito y Novecento.
He arreglado las clavijas de mi vieja Ramírez (resulta que solo había que engrasarlas), suena mejor que nunca con cuerdas nuevas. He renovado, siete años después, mis gafas de ver, y me dicen que las nuevas son de postureo hípster (en efecto, el otro día paseando por Malasaña me sentí totalmente uniformado con el gentío), pero a mí me gusta pensar que se parecen a las de Woody Allen o,  remotamente, a las de Scorsese o a las que lleva Moe Greene al ser asesinado en El Padrino.


Estamos a marzo y los planes de verano se encuentran en mi fase preferida: organización sin ningún tipo de restricción presupuestaria, geográfica o moral. Ya nos cortaremos con los dos primeros criterios en junio, pero por ahora se habla de un coast-to-coast en furgoneta desde el Cabo de Gata hasta el Cabo de San Vicente (Algarve), 987 kilómetros de Mojácar a Sagres (donde la mejor cerveza portuguesa) con parada en Fuengirola, Conil, El Puerto, La Antilla y donde nos acojan. Volveremos a poner el Salitre48, a correr delante de porteros de Puerto Marina y a perpetrar noches míticas.

Lo que no estoy dispuesto a negociar de ninguna manera es el calendario de conciertos que se está cerrando para la temporada primavera-verano en la villa y corte, a saber:
- Abril: Leiva.
- Mayo: Loquillo, Siniestro Total y Calamaro (aunque este último coincide en fecha y hora con la final de la Champions, hay que ser cabrón; nos iremos a verle a Pamplona).
- Junio: Rolling Stones en el Calderón; a Robert Plant nos lo perdonamos porque viene con un rollito medio africano esotérico que da un poco de yuyu.
- Septiembre: Extremoduro en Las Ventas.
- Sin fecha los AC/DC.
Y todo esto sin contar la interminable gira de Quique González, con la que sería bonito coincidir de nuevo en algún lugar, el ukelele en la playa, los tablaos flamencos, las saetas cuarteleras e, incluso, las actuaciones propias (cantaremos unas coplillas modernas el 4 de abril en el Recuerdo, stay tuned).


Este pequeño resumen sesgado y brutalmente subjetivo da cuenta de que estamos entrando en una bonita etapa del año, así que vayan guardando el chaquetón, desempolvando las wayfarer y saliendo al parque a ver a las niñas en manga corta, que ya llega la primavera. Salud.

PD: No me he dado ni cuenta al principio, pero he conseguido titular dos posts seguidos con dos frases distintas de la misma canción (yo escribo lo primero el  título y los versos del final, y a partir de ahí voy hilando tonterías). Sonrisa estúpida del autor del blog.
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Crece la hierba en el primer cajón
de la estación de primavera.
Hoy nos esperan besos a traición
y ruido de ventanas abiertas.
Ardió una estrella entre nosotros dos
que no me deja estar tan cerca.
Si subes la escalera de color
préstame pintura de guerra.